Psiquiatría y Psicología del adulto
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que etimológicamente significa «mente escindida». Se trata de un desorden cerebral que deteriora las capacidades de las personas en muy diversos aspectos psicológicos como el pensamiento, la percepción, las emociones y la voluntad. Además, conlleva a una pérdida de contacto con la realidad, presentación de alucinaciones, delirios, y una alteración que puede ser muy importante del funcionamiento social, familiar y laboral. En nuestro equipo somos expertos en los tratamientos farmacológicos y en la realización de diferentes trabajos psicoterapéuticos (habilidades sociales, reestructuración cognitiva, etc) con el fin de obtener la máxima rehabilitación del paciente. Nuestro objetivo es intentar que éste llegue a mostrar sus máximos logros funcionales.
Los pacientes con trastorno bipolar son personas que han padecido un estado de ánimo anormalmente y persistentemente elevado, expansivo e irritable y que en muchos casos ha podido requerir hospitalización. La presencia de trastornos bipolares II, trastornos ciclotímicos y presentación con características mixtas y atípicas, que en muchos casos han podido no ser bien diagnosticados, hacen de vital importancia un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Nuestro equipo conoce los trastornos bipolares y sus diferentes abordajes en el tratamiento.
La depresión mayor es un síndrome o agrupación de síntomas en el que predominan los síntomas afectivos (tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida). Estas personas presentan, en mayor o menor grado, síntomas de tipo cognitivos, volitivos o incluso somáticos. Puede presentarse de diferentes maneras, de forma aguda, de forma crónica (distimia), con características melancólicas (retraso psicomotor, despertar precoz, anhedonia) o cuadros depresivos con características atípicas (aumento del apetito, hipersomnia, parálisis plúmbea, etc). El abordaje a estos pacientes, tanto de forma farmacológica como psicológica, permite volver a la normalidad. Es importante señalar que una mala evolución del trastorno o un tratamiento inadecuado puede cronificar dichos síntomas. En algunas mujeres, los ciclos menstruales pueden presentar el trastorno disfórico premenstrual con intensa labilidad afectiva, irritación intensa, estado de ánimo deprimido con desesperanza y presentar un malestar significativo en el trabajo, la escuela o las actividades sociales.
Es de vital importancia un diagnóstico preciso y precoz a fin de tratar de mejorar el pronóstico de éstos pacientes.
La ansiedad es una reacción emocional normal necesaria para la supervivencia de los individuos. Sin embargo, en algunos casos, pueden alcanzar niveles excesivamente altos o pueden ser poco adaptativas en determinadas situaciones. En esos casos, la preocupación excesiva (anticipación aprehensiva) puede provocar un malestar significativo. La ansiedad patológica se puede presentar en las personas de distintas maneras: ansiedad generalizada (paciente con ansiedad que repercute en su vida de forma prolongada), crisis de pánico (sensación de falta de aire, palpitaciones, sensación de muerte inminente), fobia social limitante y frustrante que nos impide desarrollarnos laboral y socialmente etc. En muchos casos la vivencia de la ansiedad es tan patológica que pueden presentar una agorafobia o limitación intensa en situaciones donde esta ansiedad puede presentarse. Nuestro equipo aborda la ansiedad tanto de una manera individual, grupal como farmacológica, siendo cada paciente un reto y un abordaje multidisciplinar diferente.
Las obsesiones son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes que se experimentan como invasores y sin sentido, que la persona intenta suprimir o neutralizar. Las compulsiones son conductas repetitivas, finalistas e intencionales que se efectúan como respuesta a una obsesión. En casos graves, puede presentarse en forma de trastorno dismórfico corporal o como trastorno de acumulación. Otras maneras de presentar trastorno del espectro obsesivo-compulso es mediante tricotilomanía (trastorno de arrancarse el pelo) o trastorno de excoriación (rascarse la piel). La Hipocondría como el temor a morir y/o padecer alguna enfermedad también se englobaría dentro de los trastornos obsesivos. Un abordaje en algunos casos predominantemente psicológicos y en otros casos multidisciplinares (psicológicos, farmacológicos y grupales) permite una mejoría un abordaje adecuado y eficaz.
Los trastornos de estrés postraumático (TEPT) aparecen cuando la persona ha sufrido o ha sido testigo de una agresión física o una amenaza para la vida de uno mismo o de otra persona. La reacción emocional experimentada implica una respuesta intensa de miedo, horror o indefensión. La persona experimenta recuerdos angustiosos, sueños terroríficos, reacciones disociativas y evitación a estímulos asociados al trauma. Es frecuente la incapacidad de recordad aspectos importantes del suceso o las expectativas negativas hacia el futuro. En muchos casos, la presencia de signos de alerta y reactividad asociada al suceso traumático puede comportar comportamientos irritables, arrebatos de furia, problemas de concentración y respuesta de sobresalto exagerada. Nuestro centro aborda estos trastornos de manera multidisciplinar intentando conseguir una disminución muy importante de las implicaciones que ese suceso ha tenido para la persona.
Hay situaciones en la cuales las demandas externas o internas superan nuestra capacidad de respuesta. Entre estas situaciones encontramos la exposición a la muerte propia o de personas muy queridas y cercanas, lesiones graves o episodios de violencia sexual. En estos cuadros pueden presentarse síntomas de intrusión, recuerdos angustiosos recurrentes o sueños terroríficos. Son personas que presentan un estado de ánimo negativo, con tendencia a evitar los recuerdos y donde se observa que sus signos de alarma orgánica están sobreactivados provocando un desequilibrio psicofísico. Las diferentes técnicas de relajación, exposición, terapia psicológica y, en algunos casos, farmacológicas, provocan una disminución de éstos síntomas y adecúa las respuestas a las situaciones.
Habitualmente la pérdida de un ser querido conlleva unos sentimientos de tristeza y/o ansiedad que duran unos meses. Sin embargo, algunas personas siguen experimentando estos síntomas pasado un año de aquel acontecimiento, interfiriendo en su rutina diaria (aislamiento social, menor productividad laboral/académica, etc.). Es en estos casos cuando podemos hablar de un duelo patológico más que un proceso de duelo adaptativo. Nuestro equipo está constituido por una serie de psicólogos clínicos especializados en el abordaje integrador de este proceso, dando herramientas a la persona para vivir en paz con su pasado y poder orientar su vida tanto al presente como al futuro.
Las personas pueden presentar, ante situaciones de estrés, síntomas o comportamientos que son clínicamente significativos como malestar intenso o desproporcionado en relación con el estrés causado, teniendo en cuenta el contexto externo y los factores culturales y sociales que podrían influir en la gravedad y presentación de estos síntomas. Estas personas presentan un deterioro clínicamente significativo y deterioro social en otras áreas. Nuestro equipo trabaja en ofrecer a una adaptación correcta de estos trastornos.
Los trastornos alimentarios son trastornos psicológicos que comprenden importantes anormalidades en la ingesta de los mismos. Tanto en niños como en adultos se pueden presentar estos trastornos alimentarios.
No todos los trastornos alimentarios son iguales y tienen el mismo abordaje. Entre los trastornos que pueden presentarse tenemos:
– Los trastornos de evitación y restricción de la ingesta de alimentos, en el que la persona presenta una falta de interés aparente por comer, preocupación acerca de las consecuencias repulsivas de la acción de comer, pérdida significativa de peso, sin que se presente una distorsión corporal.
– La anorexia nerviosa, donde se presenta una distorsión importante de la imagen corporal provocando una restricción de la ingesta energética, peso significativamente bajo y alteración en la que uno percibe su propio peso o constitución.
– La bulimia nerviosa, donde presentan episodios recurrentes de atracones y sensación de control sobre lo que se ingiere.
– Los trastornos por atracón, en la que las personas, sin distorsión de la imagen corporal, presentan episodios de ingestión de grandes cantidades de alimentos y sensación de pérdida de control sobre lo que se ingiere.
En este centro tratamos aquellos casos ambulatorios. Dependiendo del trastorno el abordaje se realiza de una manera específica.
Los trastornos del sueño pueden agruparse en distintas categorías: Insomnio (la incapacidad para conciliar o mantener el sueño adecuadamente según las necesidades físicas de cada persona)
– Hipersomnia, presencia excesiva de somnolencia como mínimo durante un período de un mes.
– Apnea del sueño, interrupción repentina de la respiración mientras se duerme. Suele caracterizarse por ronquidos fuertes que se prolongan regularmente durante un tiempo hasta que son interrumpidos por un largo período de silencio en el que se corta la respiración (apnea).
– Narcolepsia, exceso de sueño durante el día.
– Parasomnias, sucesos anormales que pueden aparecer mientras se duerme. Los más frecuentes son el hablar o los episodios de confusión al despertar.
– Trastornos del ritmo circadiano: Donde la persona, a raíz de cambios de lugar de residencia o cambio del huso horario presenta dificultad en un sueño adecuado.
Nuestro centro aborda muchos de estos trastornos, sobretodo los que pueden realizarse de un modo ambulatorio.
Las disfunciones sexuales son muy frecuentes en la población general. En muchos casos, la vergüenza, el miedo o el no entender que el sexo forma parte de nuestra vida y que las disfunciones son algo que le puede pasar a cualquiera, hace que estén infradiagnosticadas y muy escasamente tratadas adecuadamente. Entre las disfunciones sexuales más frecuentes están:
– La eyaculación retardada, la persona tiene un retardo significativo en la eyaculación.
– La eyaculación precoz, la eyaculación se produce en el minuto siguiente a la penetración vaginal o antes de que lo desee el individuo.
– El trastorno eréctil, dificultades para mantener una erección en la actividad sexual o que sea suficientemente rígida.
– El trastorno orgásmico femenino, dificultad marcada o ausencia en tener sensaciones orgásmicas.
– El trastorno de interés/excitación sexual, ausencia o reducción significativa en el interés y excitación sexual y una ausencia de fantasías o pensamientos sexuales.
– El trastorno de dolor genito-pélvico/penetración, dificultades persistentes en la penetración vaginal y un marcado dolor o ansiedad de sentir dolor vulvo-vaginal.
En nuestro centro estamos especializados en todos los tratamientos relacionados con los problemas sexuales, incluyendo los que puedan venir derivados de una relación de pareja disfuncional.
El consumo abusivo de alcohol y otras sustancias es uno de los problemas más preocupantes de salud pública, dada su elevada prevalencia. La adicción se puede definir como una preocupación constante del sujeto en conseguir una sustancia psicoactiva, que influye notablemente en su estilo de vida, un consumo compulsivo de la sustancia a pesar de las consecuencias adversas del mismo y un patrón de recaída recurrente o incapacidad para dejarlo, aunque ello pueda suponer consecuencias muy negativas para la persona.
Las socioadicciones son trastornos de dependencia hacia personas, actividades o costumbres no relacionados con el consumo de sustancias químicas. Se caracterizan por la pérdida de control por parte del adolescente en relación a una actividad y a pesar de las consecuencias negativas que le comporta, el adolescente la sigue haciendo. Algunas de la socioadicciones son las siguientes: Juego, móvil, televisión, grupos.
En cuanto al tratamiento, el abandono de cualquier tipo de sustancia química o socioadicción no suele ser tarea fácil para una persona joven. Desde GBB ofrecemos una fase de valoración (médica, psicológica y social) y un programa de intervención en el cual incorporamos el modelo de afrontamiento del estrés, enseñándose habilidades apropiadas para evitar la conducta adictiva, entrenamiento en habilidades sociales, regulación del estado de ánimo y la prevención de recaídas. Entendemos que la motivación para el cambio representa un punto esencial en el tratamiento, siendo un elemento fundamental para vincular al adolescente en el tratamiento.
Los trastornos neurocognitivos se pueden clasificar como leves y mayores. Los dominios neurocognoscitivos que suelen estar afectados en estos trastornos son la memoria, el lenguaje o la atención, entre otros, y en numerosas ocasiones también afectan la conducta y las emociones. Se relacionan con enfermedades como el accidente cerebral vascular (ACV), la enfermedad de Alzheimer, o el traumatismo craneoencefálico (TCE), entre otras. Presentan un deterioro sustancial en el rendimiento cognitivo que suele generar limitaciones en las actividades de la vida diaria del paciente. Trastornos como la esquizofrenia, el trastorno esquizoafectivo o el trastorno bipolar suelen cursar asimismo con déficits cognitivos, emocionales y de interacción social.
Nuestro centro ofrece la posibilidad, tanto de un diagnóstico mediante pruebas neuropsicológicas específicas y adecuadas a cada paciente, como la posibilidad de realizar un tratamiento. Se trata de una intervención que permite un doble abordaje: minimizar los déficits cognitivos, alteraciones conductuales y emocionales, maximizando a su vez las habilidades que posea el paciente, con el fin de compensar dichos déficits y permitiéndole así la mayor adaptación y autonomía en su entorno.
Los trastornos de la personalidad se definen como un patrón perdurable de experiencia interna y de comportamiento que se desvía notablemente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se puede manifestar en las áreas cognitivas, afectivas, de actividad interpersonal y en control de impulsos. Son patrones de difícil tratamiento puesto dominan una gran variedad de situaciones personales y sociales del sujeto. Suelen comenzar en la adolescencia y primeras etapas de la edad adulta y suelen ser de larga duración, influyendo enormemente en el comportamiento del individuo. Podemos clasificar estos trastornos en tres grandes grupos:
– Grupo A (trastorno paranoide, esquizoide y esquizotípico)
– Grupo B (límite, antisocial, histriónico y narcisista)
– Grupo C (evasivo, dependiente y obsesivo-compulsivo)
Nuestro equipo aborda de una manera interdisciplinar estos trastornos, sobre todo aquellos con más posibilidad de tratamiento pueden mostrar, como el trastorno límite de la personalidad, trastornos de personalidad evasiva y el trastorno dependiente. Estos trastornos exigen un adecuado equipo interdisciplinar y un abordaje grupal, interpersonal y farmacológico.
La fibromialgia comprende una serie de síntomas físicos y psicológicos caracterizado por dolores agudos en zonas articulares, problemas de concentración y fatigabilidad. Con mucha frecuencia viene acompañado de depresión y una notable reducción de la funcionalidad diaria. Generalmente el diagnóstico suele realizarse tras un peregrinaje por diversos especialistas médicos que no hayan evidencias somáticas para los dolores referidos. El trastorno es crónico y con fluctuaciones, muchas veces derivadas de estresores vitales y/o cambios estacionales. Nuestro equipo está constituido por una serie de psicólogos clínicos y psiquiatras especializados en el diagnóstico y tratamiento de esta patología.
El trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad constituye un trastorno del neurodesarrollo que se inicia en la infancia y puede perdurar con relativa frecuencia hasta la adultez, sobre todo los síntomas relacionados con problemas de concentración. Con frecuencia estas personas arrastran a lo largo de su vida fracasos en la esfera académico/laboral, sin haber recibido una explicación que justifique dichas limitaciones. Nuestro equipo dispone de una serie de psicólogos clínicos entrenados en la evaluación del TDAH en la adultez. Así mismo, nuestros psiquiatras disponen de los conocimientos y medicaciones psicofarmacológicas apropiadas para poder mejorar estos déficits y con ello posibilitar a estas personas una vida más adaptada.
Los trastornos parafílicos pueden presentar una importancia muy grave en el comportamiento dl individuo. En aquellos casos donde estos trastornos no presenten una gravedad extrema, nuestro equipo puede tratar, paliar y reducir la influencia de estos trastornos. Algunas de estas parafilias más importantes son el voyerismo, exhibicionismo, froteurismo, sadismo sexual, pedofilia, fetichismo y travestismo.
En la vida diaria, muchos trastornos influyen en alguna etapa de la vida en el comportamiento de las personas. Los problemas de relación, tanto aquellos que abarcan los problemas familiares, las personas que han padecido maltrato, abuso y negligencia, los duelos, maltrato psicológico infantil o de pareja, problemas laborales, son objeto de un tratamiento específico y personalizado por parte de nuestro equipo.
Psiquiatría y Psicología infantojuvenil
Los trastornos generalizados del desarrollo engloban las discapacidades intelectuales y los retrasos generales del desarrollo. Unos de los trastornos que más se presentan en la población son los Trastorno del espectro autista (TEA).
Los TEA nos ofrecen una presentación clínica muy diversa, en muchos casos incluso de difícil diagnóstico a pesar de las graves dificultades que en la vida diaria pueden presentar. Se da la circunstancia que los casos más leves y con mejores perspectivas de tratamiento son los más infradiagnosticados y tratados adecuadamente. En casos graves se asocian a Retraso Mental.
Los TEA se caracterizan por:
– Trastornos de la interacción recíproca con otras personas en un contexto social.
– Trastornos de la comunicación recíproca en la producción pero también en la comprensión del lenguaje hablado y gestual.
– Conductas rígidas y repetitivas, rutinas, estereotipias motoras, repertorio de intereses restringidos y dificultades en la abstracción y simbolización.
Por lo que ante un niño con CI dentro de la normalidad o superior, rendimiento académico inferior al esperado por su capacidad, problemas de relación social, intereses restringidos y conductas incomprensibles debemos plantearnos la posibilidad de que se trate de un TEA.
Nuestro equipo aborda de modo dimensional realizando un tratamiento individualizado cada déficit que el niño (o en algún caso el adulto) presenta.
Ofrecemos diagnóstico preciso de los déficits que el paciente presenta, un plan adecuado e individualizado de tratamiento.
Nuestros logopedas son expertos en el diagnóstico y en el tratamiento de todos los trastornos de la comunicación (trastorno del lenguaje, trastorno fonológico, trastorno de la fluidez del habla o tartamudeo, trastorno de la comunicación social o pragmatismo.
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad es un trastorno de origen neurobiológico. Actualmente, es el trastorno con más incidencia en la población infantil y se considera que entre un 3% y un 7% de la población infantil en edad escolar lo presenta en mayor o menor grado de intensidad.
Se caracteriza por la presencia de tres síntomas típicos: déficit de atención, impulsividad y la hiperactividad motora y verbal. Todo ello interfiere negativamente en su evolución escolar, pudiendo presentar un menor rendimiento académico. Asimismo, los síntomas de hiperactividad e impulsividad pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas de conducta en el aula, domicilio o contexto social. Se debe tener en cuenta que no todos los niños con este trastorno manifiestan los mismos síntomas y con la misma intensidad. Se pueden encontrar niños con dificultades relacionadas con la atención, pero que no presentan un mayor grado de movimiento o mayores respuestas impulsivas que los niños de su misma edad.
En GBB disponemos de un grupo de profesionales conocedor en la detección y diagnóstico precoz del trastorno, bien desde el campo de la Medicina (Psiquiatra) o de la Psicología Clínica. Realizamos un tratamiento multimodal, individualizado y teniendo en cuenta las necesidades únicas de cada paciente. Tenemos muy presente que el desarrollo siempre tiene lugar en un contexto que influye en la trayectoria del desarrollo. Por lo que consideramos fundamental orientar y trabajar con la familia y con los diferentes entornos sociales en los cuales está inmerso el niño/a o adolescente.
En muchos casos los trastornos del aprendizaje pueden provocar un fracaso escolar. Los niños con dificultades en la lectura, expresión o en las matemáticas, pueden no alcanzar los objetivos escolares los cuales están capacitados. Con tratamiento adecuado las dificultades pueden paliar en buena medida.
En algunos casos los niños presentan dificultades de la coordinación, presencia de movimientos estereotipados o tics motores.
Trastornos por tics:
Los tics son movimientos involuntarios, rápidos y arrítmicos, o bien vocalizaciones brusca sin propósito aparente.
Pueden ser simples motores (guiños de ojo, encogerse de hombros) o simples vocales (inspiraciones, sonidos guturales) o bien complejos motores (saltos, brincos…) o complejos vocales (palabras obscenas, repeticiones….).
El 10-20% de los niños tiene algún tic transitorio sin importancia. En ocasiones se acompañan de otros trastornos emocionales y de hecho aumentan con la ansiedad y nerviosismo y disminuyen con el descanso.
Se clasifican en :
– Trastorno de tics transitorios.
– Trastorno de tics crónicos o fonatorios.
– Trastornos de guilles de la Tourette (múltiples fónicos y vocales)
Un buen tratamiento psicológico y, en algún caso, farmacológico puede mejorar de forma importante estas alteraciones.
Los trastornos del estado de animo en la infancia y adolescencia suponen un cambio significativo respecto al estado habitual del menor con importante interferencia en el rendimiento académico, las relaciones sociales y familiares y con una elevada probabilidad de persistir en la vida adulta.
Los trastornos depresivos se caracterizan por bajo animo la mayor parte del día, apatía, perdida de la capacidad para expresar placer o interés, alteraciones en sueño apetito y disminución del rendimiento académico. Es frecuente encontrar un cuadro de irritabilidad o “disforia”, sin la percepción de tristeza.
Los síndromes depresivos principales son:
– Depresión Mayor: Los síntomas depresivos deben estar presentes al menos durante dos semanas seguidas.
– Distimia: Estado de ánimo crónicamente depresivo o irritable la mayor parte del día de la mayoría de los días, durante al menos un año.
– Trastornos adaptativos con síntomas depresivos: Los síntomas acontecen como adaptación a un evento identificable que ha superado la capacidad de afrontamiento del menor.
En muchos casos pueden presentar el denominado Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo, caracterizado por accesos de cólera grave y recurrentes y comportamientos agresivos cuya intensidad y duración son desproporcionadas a la situación .
Un diagnóstico y abordaje adecuado de la enfermedad en función de las distintas presentaciones y evoluciones clínicas que los trastornos afectivos presentan en el niño y adolescente, podría prevenir recurrencias en la etapa adulta y potenciarían el desarrollo evolutivo del menor. Un abordaje fundamentalmente psicológico puede ser importante para prevenir la persistencia del trastorno.
Los trastornos de ansiedad son los problemas psicológicos más diagnosticados en niños y adolescentes. Su evolución natural sin tratamiento puede derivar en serias repercusiones negativas en el funcionamiento académico, social y familiar de los niños, interfiriendo de forma importante en su desarrollo.
Las manifestaciones de la ansiedad en niños y adolescentes llegan a ser polimorfas y desconcertante y serán diferentes según la etapa del desarrollo. En los niños más pequeños se presenta a menudo como actividad excesiva, comportamientos estridentes y de llamadas de atención, somatizaciones, dificultades a la separación o en el momento de ir a dormir. La ansiedad manifestada comportamentalmente puede conducir a diagnósticos inadecuados de trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), trastorno desafiante y oposicionista u otros problemas de conducta.
Los chicos mayores o los adolescentes que son más capaces de describir sus vivencias subjetivas pueden denominarlas usando diferentes vocablos como miedo, nerviosismo, tensión, rabia; también pueden presentar comportamientos disruptivos o antisociales.
Uno de las causas más frecuente de ansiedad es el bulling, se trata de una práctica donde los niños son expuestos al maltrato de otros niños. En muchos casos el niño tiene miedo a contarlo a personas que les puede ayudar, bien por miedo a las repercusiones que pueden tener o por que se sientan que van a ser ignorados. En casos graves puede dar lugar a una fobia escolar, un abandono de los estudios precoz, depresión, ansiedad que puede mantenerse en la vida adulta.
Los síndromes clínicos mas frecuentes son:
– Trastorno de ansiedad de separación: Malestar excesivo la separación de las figuras de mayor apego, llegando a no salir de casa, no ir a la escuela, tener pesadillas repetidas o frecuencia de síntomas físicos (dolor de cabeza, dolor de estómago).
– Trastorno de ansiedad fóbica: Se trata de un miedo excesivo e irracional y al mismo tiempo invalidante hacía un estimulo concreto, de manera que el niño no puede afrontar esa situación sin un gran sufrimiento.
– Trastorno de evitación escolar: fobia escolar.
– Fobia social: Miedo o ansiedad intensa ante situaciones sociales en las que el niño está expuesto ante un posible examen por otras personas
– Trastorno de ansiedad generalizada: Se caracteriza por una preocupación constante y desproporcionada con una sensación continua de que algo malo va a suceder.
– Trastorno de pánico: Se caracterizan por aparición brusca de síntomas físicos como sensación de falta de aire, de ahogo, palpitaciones, taquicardia, sudoración intensa, temblor, sensación de frío o calor y además síntomas psicológicos como temor a morirse, a perder la razón o a perder el control.
Intentamos desde GBB detectar la posibilidad que el niño pueda tener síntomas compatibles ANSIEDAD e intervenir globalmente (en el ámbito escolar, familiar, individual) al fin de prevenir las consecuencias del mismo.
Nuestro equipo aborda la ansiedad, de manera holística mirando cuales son las causas que pueden favorecer la aparición de la ansiedad y realizando un tratamiento específico dependiendo de la presentación y su fase evolutiva.
La presentación de obsesiones en la infancia puede ser muy limitante y provocar importantes problemas escolares y de relación con el entorno, por lo que un abordaje precoz es primordial.
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se presenta en forma de obsesiones y compulsiones.La obsesiones son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes que se experimentan como invasores y sin sentido, que la persona intenta suprimir o neutralizar. Las compulsiones son conductas repetitivas, finalistas e intencionales que se efectúan como respuesta a una obsesión. Los mas frecuentes en la infancia son lavarse, comprobar y repetir y no contribuyen aprendizaje y desarrollo.
El TOC debe diferenciarse de los rituales obsesivo compulsivos propios de la infancia que tienen una finalidad práctica o lúdica, no interfieren en el funcionamiento normal del niño y su interrupción es bien tolerada.
El tratamiento en niños y adolescentes será inicialmente mediante terapia cognitivo conductual con el menor y apoyo a la familia y el colegio para evitar la interferencia de estos síntomas en la vida diaria.
Es frecuente la presentación en niños del trastorno del apego reactivo donde se presenta un patrón constante de comportamiento inhibido emocionalmente retraído hacia los cuidadores adultos. En este caso observamos niños que escasamente buscan consuelo cuando se sienten mal o no se dejan consolar. En muchos casos, el comportamiento de estos niños es debido a un patrón extremo de cuidados insuficiente, negligente del adulto, cambios repetidos de cuidadores que no permiten elaborar un apego estable o educación en contextos no habituales. Un tratamiento precoz es fundamental para intentar un desarrollo normalizado.
Aparece cuando la persona ha sufrido o ha sido testigo de una agresión física o una amenaza para la vida de uno mismo o de otra persona. La reacción emocional experimentada implica una respuesta intensa de miedo, horror o indefensión. En niños se pueden presentar de dos maneras: en menores de 6 años donde la exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual pueden dar lugar a recuerdos angustiosos, recurrentes e invasivos o incluso presentarse en juegos, sueños angustiosos, reacciones disociativas con pérdida de conciencia del entorno presente, y reacciones fisiológicas importantes a los recordatorios del suceso, y en una manera de presentación muy similar a la del adulto.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) constituyen un grupo de trastornos mentales caracterizados por una conducta alterada ante la ingesta alimentaria o la aparición de comportamientos anómalos dirigidos al control de peso.Esta alteración lleva como consecuencia problemas físicos o del funcionamiento psicosocial del menor.
Los TCA suelen iniciarse en la adolescencia, aunque progresivamente se va observando una mayor frecuencia de inicios en la edad infantil. Afecta principalmente a la población femenina.
La etiología no esta clara, pero se sabe que no existe una causa única, sino que obedecería a la interacción de múltiples factores (psicológicos, biológicos, familiares y socioculturales).
Las actuales clasificaciones de los TCA incluyen:
Anorexia Nerviosa (AN):
Deseo irrefrenable de estar delgado, acompañado de la práctica voluntaria de procedimientos para conseguirlo: dieta restrictiva estricta y conductas purgativas compensatorias dirigidas a la pérdida de peso (vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, uso de diuréticos, etc.).
Así se diferencias dos tipos de AN: restrictiva y purgativa .
Las personas afectadas presentan un intenso temor a llegar a ser obesas. y una distorsión de la imagen corporal.
Preocupación extrema por la dieta, figura y peso, y persistencia en conductas de evitación hacia la comida con acciones compensatorias para contrarrestar lo que ingieren (hiperactividad física desmesurada, conductas de purga, etc.).
No suelen tener conciencia de enfermedad ni del riesgo que corren por su conducta.
Su atención está centrada en la pérdida ponderal, lo que les causa estados nutricionales carenciales que pueden comportar riesgos vitales. Generalmente, hay rasgos de personalidad previos con tendencia al conformismo, necesidad de aprobación, hiperresponsabilidad, perfeccionismo y falta de respuesta a las necesidades internas
Bulimia Nerviosa:
Episodios de atracones (ingesta voraz e incontrolada), en los cuales se ingiere una gran cantidad de alimento en poco espacio e tiempo y generalmente en secreto. Las personas afectadas intentan compensar los efectos de la sobreingesta mediante vómitos autoinducidos y otras maniobras de purga (abuso de laxantes, uso de diuréticos, etc.) e hiperactividad física.
Muestran preocupación enfermiza por el peso y figura.
En la BN no se producen necesariamente alteraciones en el peso, se puede presentar peso normal, bajo o sobrepeso, por lo que suela pasar facilmente desapercibido.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados (TCANE) son cuadros de AN o BN incompletos, ya sea por su inicio o porque están en vías de resolución, presentan síntomas similares a la AN o a la BN pero sin llegar a configurar un cuadro completo, aunque no por ello menos grave.
En los TCANE también se incluyen trastornos tales como el empleo habitual de conductas compensatorias inapropiadas (después de ingerir pequeñas cantidades de alimento, masticarlas y expulsar la comida) y los Trastornos por Atracón (episodios compulsivos de ingesta de forma recurrente pero sin conductas compensatorias sin distorsión de la imagen corporal).
Otros trastornos de la conducta alimentaria menos frecuentes son: Pica (ingestión de sustancias no nutritivas durante al menos 1 mes) y Trastorno por rumiación (regurgitaciones y nuevas masticaciones repetidas de alimento durante por lo menos 1 mes).
El tratamiento de estos trastornos deber ser multidisciplinar (psiquiátrico, psicológico y nutricional) con un abordaje que englobe tanto al menor como a su entorno familiar. Desde GBB promovemos un tratamiento integral de los trastornos de la conducta alimentaria para evitar que aparezcan comorbilidades asociadas o factores que perpetúen el mantenimiento de la enfermedad e impidan el correcto desarrollo físico del menor.
El trastorno negativista desafiante, también denominado trastorno de conducta en la infancia, se caracteriza por un patrón de enfado o irritabilidad, discusiones, actitud desafiante o vengativa hacia sus iguales o mayores que se asocia en muchos casos en un malestar en el niño como en las personas que le rodean (social, familiar, educativa, etc). El trastorno negativista desafiante (TND) provoca importante trastorno tanto en medio escolar, familiar como relacional, repercutiendo de forma importante en el desarrollo del niño. En muchos casos, aunque pueden aparecer por separado, pueden aparecer en trastornos como el TDAH, trastornos en la lectoescritura e incluso en el trastorno de conducta.
El consumo abusivo de alcohol y otras sustancias es uno de los problemas más preocupantes de salud pública, dada su elevada prevalencia. La adicción se puede definir como una preocupación constante del sujeto en conseguir una sustancia psicoactiva, que influye notablemente en su estilo de vida, un consumo compulsivo de la sustancia a pesar de las consecuencias adversas del mismo y un patrón de recaída recurrente o incapacidad para dejarlo, aunque ello pueda suponer consecuencias muy negativas para la persona.
Las socioadicciones son trastornos de dependencia hacia personas, actividades o costumbres no relacionados con el consumo de sustancias químicas. Se caracterizan por la pérdida de control por parte del adolescente en relación a una actividad y a pesar de las consecuencias negativas que le comporta, el adolescente la sigue haciendo. Algunas de la socioadicciones son las siguientes: Juego, móvil, televisión, grupos.
En cuanto al tratamiento, el abandono de cualquier tipo de sustancia química o socioadicción no suele ser tarea fácil para una persona joven. Desde GBB ofrecemos una fase de valoración (médica, psicológica y social) y un programa de intervención en el cual incorporamos el modelo de afrontamiento del estrés, enseñándose habilidades apropiadas para evitar la conducta adictiva, entrenamiento en habilidades sociales, regulación del estado de ánimo y la prevención de recaídas. Entendemos que la motivación para el cambio representa un punto esencial en el tratamiento, siendo un elemento fundamental para vincular al adolescente en el tratamiento.
Aunque los trastornos de personalidad son patrones de aparición en la adolescencia (excepto el trastorno antisocial de la personalidad, que debe ser diagnosticado a partir de los 18 años) nuestro equipo opta por tratar multidisciplinarmente los rasgos de personalidad desadaptativos que pueden aparecer desde la adolescencia con el fin de disminuir o paliar las consecuencias en la vida adulta.